A partir de ahora usted transitara un camino elegido y solo de cada uno depende dejar huellas en el sendero, en definitiva, hacer historia. El origen de la carrera de Kinesiología se dio en la década de 1950, en la pandemia de la poliomieliti...
A partir de ahora usted
transitara un camino elegido y solo de cada uno depende dejar huellas en el
sendero, en definitiva, hacer historia.
El origen de la carrera de Kinesiología
se dio en la década de 1950, en la pandemia de la poliomielitis, esta fue la
razón para que la población requiriera de forma imperativa la posibilidad de
una práctica terapéutica que hoy se considera irremplazable, la rehabilitación
no solo desde una vista neurológica si no de amplio espectro.
En el año 1952 se crea en la
escuela de Córdoba (UNC, Argentina) la
escuela superior de auxiliares de medicina y dependencia de facultad de
ciencias médicas, y dentro de sus especialidades integraron una rama llamada
Kinesiologia.
Desde los inicios de la
humanidad, el hombre utilizo los recursos que tenía a su alcance: agua, sol,
aire, calor, movimiento, masajes para aliviar sus dolencias. Sus usos iniciales
fueron empíricos, pero a medida que fueron apareciendo los conocimientos
científicos, la aplicación terapéutica de estos agentes tuvo un fundamento más
racional.
El concepto de rehabilitación
surgió como preocupación social por los mutilados de la 1era guerra mundial. De
ahí comenzó el trabajo que iba de la
mano con los médicos, encargándose de aliviar el dolor con el movimiento y no
solo a base de medicamentos, (no siendo alternativa de la medicina si no siendo
complementaria), recuperar la movilidad y sus actividades haciendo funcional lo
que les había quedado como secuela de aquella batalla.
Posterior a la guerra se firmó el
tratado de Versalles, que incluyo un capítulo referido a la readaptación de
personas con limitaciones, encabezando la lista de decisiones y transiciones
médicas.
La importancia de un kinesiólogo
actualmente es fundamental para la recuperación de cualquier padecimiento, ya
que de cualquier enfermedad, traumatismo y/o habilidades perdidas, se puede
realizar un protocolo de recuperación y readaptación.
Haciendo el campo de oportunidad
cada vez más amplio, siempre yendo de la mano de un equipo multidisciplinario.