Primero sueño, luego construyo.Arq. Noemi Valdivia Flores Puede ser que tú seas una de esas personas que piensa que el arquitecto es un artista que se expresa por medio del dibujo y los planos, el color y la textura, además de una que otra ma...
Primero sueño,
luego construyo.
Arq. Noemi Valdivia Flores
Puede ser que tú seas una de esas personas que
piensa que el arquitecto es un artista que se expresa por medio del dibujo y
los planos, el color y la textura, además de una que otra maqueta. O bien,
quizá consideres que un arquitecto es un constructor, especialista en las técnicas
y materiales con los cuales se hacen las casas y los edificios. Tal vez incluso
creas que es alguien capaz de explicar con
palabras ininteligibles las características de los proyectos y obras.
Si eres cualquiera de esas personas, debo decirte
que: estás en lo correcto. El arquitecto es todo eso y un poco más.
Es meramente imposible tratar de obtener una sola
idea de lo que significa ser arquitecto. Es vasto y acertado escuchar las
diferentes opiniones de colegas que, desde su experiencia y perspectiva,
aportan conceptos valiosos.
Creativos y soñadores, son sin duda cualidades
esenciales. A partir de una idea en la mente, desarrolla y visualiza cómo se
materializará. Para ese momento, ya estará imaginando cómo convivirá con las
cosas que existen alrededor, cómo aportará al espacio arquitectónico-urbano, cómo
será habitarlo y qué es lo que sentirán los usuarios al transitarlo.
Otra parte de su mente estará pensando en los
materiales, las estructuras, los costos y todo el equipo de trabajo que será
necesario para lograrlo.
Es emocionante, la imagen es tan vivida que quiere
ponerlo todo con lujo de detalles para que los demás puedan “verlo” también;
planos, perspectivas, fotomontajes, maquetas. Todo lo que sea necesario para
captar al espectador.
En poco tiempo podrán apreciar cómo el objeto
arquitectónico trasmite fuerza por medio de sus líneas, cómo el espacio está
comprometido con el entorno y es respetuoso con la historia del lugar. Ha
logrado mantener la escala humana además de crear diversos ambientes íntimos
que conectan con las formas. El contexto y la conexión con la naturaleza están
implícitos. Hay un diálogo donde la luz fluye y llega a cada rincón y
superficie de material; que ahora se mantiene firme, funcionando y cobijando la
actividad para lo que fue construida.